Cocinas de exterior

Durante el verano pasamos mucho más tiempo en el exterior y a todos nos seduce la idea de cocinar mientras nuestros amigos y familiares se dan un baño en la piscina o se relajan en el porche o la pérgola. Sin embargo, cocinar en el exterior puede extenderse a buena parte del año ya que en nuestro país gozamos de un clima que así nos lo permite. Es una buena excusa para disfrutar de los espacios exteriores todo el año, para invitar a gente sin poner toda la casa patas arriba, o para disfrutar de una comida familiar diferente.

La cocina de exterior es un elemento puramente de disfrute, por lo que diseñarla va a ser también muy divertido. A la hora de localizarla, lo primero es buscar una sombra o una zona donde pueda instalarse un cerramiento, un porche o una pérgola, además de que haya espacio suficiente para que sea un área funcional. En cuanto al diseño, tiene que estar en sintonía tanto con la fachada como con el jardín.

Ten en cuenta las tomas de instalaciones que vayas a necesitar, tanto de luz como de agua, y la salida de humos. Podemos instalar un fregadero, una parrilla de carbón o de leña, una cocina de gas o vitrocerámica, un frigorífico, un horno de leña, un wok, un grifo de cerveza o de sidra, etc. Las opciones son múltiples y dependerán de nuestras preferencias, pero también de nuestras limitaciones.

Puede ser moderna, rústica, industrial, de colores vivos, neutros, etc. Lo que sí es importante es invertir en materiales duraderos que se comporten bien frente clima en el que nos encontremos ya que van a estar muy expuestos. Estos resistentes materiales van desde el acero inoxidable o el aluminio, hasta maderas tropicales o tratadas, materiales pétreos, pocelánicos, de obra, etc. para conformar elementos como estanterías, una barra, una isla, una gran encimera de trabajo, módulos de almacenaje y un sinfín de opciones.

Como siempre decimos, el diseño y el presupuesto lo adaptamos a cada cliente de forma 100% personalizada. Escríbenos a izal@izal.es y te lo demostraremos!