Duchas de obra
Las duchas de obra se han convertido en una tendencia en claro auge en el diseño de interiores. Combinan estética y utilidad a la perfección y son el elemento clave para distinguir tu cuarto de baño. Se trata de un espacio de paz y relajación, convirtiéndose en nuestro oasis particular, ya sea con muro o mampara, a ras de suelo, rústica o moderna, colorida o neutra… la gran característica es que son 100% personalizables.
La ducha ha ido ganando adeptos frente a la bañera tradicional por su pragmatismo, ahorro de espacio y accesibilidad. Todas esas ventajas, sumadas a la originalidad que aporta una ducha de obra, hacen de esta opción una de las reformas más deseadas por nuestros clientes.
La elección de los materiales es un punto clave a tener en cuenta. Desde cerámica y porcelana, piedra natural, mármol, microcemento, gresite, terracota, terrazzo… Las opciones son infinitas. Además, puedes elegir la forma del desagüe (lineal, cuadrado, etc.), elementos como hornacinas o bancos de obra, formas curvas o rectas. Tienes la oportunidad de crear un espacio que refleje tus preferencias y gusto estético.
Uno de los mayores beneficios de las duchas de obra es su adaptabilidad a cualquier tipo de espacio y tamaño disponible. Incluso en baños mínimos o con formas irregulares, podrás optimizar el espacio y ajustar perfectamente tu diseño.
La incorporación de duchas de obra puede añadir un valor añadido a tu vivienda, siendo un elemento diferenciador que hará resaltar tu propiedad en caso de que quieras vender en un futuro. Además, siendo elementos de alta calidad y durabilidad, puede influir positivamente en la decisión de un posible comprador.
Como ves, las opciones son infinitas en una ducha de obra, fusionando utilidad y estética. Convertirás tu baño en un espacio característico y diferenciador. Necesitarás, para ello, contar con la visión de un experto que te asesore de forma adecuada. ¡Escríbenos a izal@izal.es y cuéntanos tus ideas!