El jardín sostenible
La conciencia ecológica llegó para quedarse y los clientes demandan cada vez más la sostenibilidad a la hora de diseñar sus espacios exteriores, no solo por el ahorro familiar, sino también por la responsabilidad que tenemos con nuestro planeta.
Lo primero que nos solicitan es ahorrar al máximo en el riego. Para minimizar las necesidades hídricas, lo más inteligente es usar plantas autóctonas que se adapten perfectamente al clima y al lugar sin apenas otras necesidades.
En esta misma línea llevamos unos meses oyendo del estilo New Perennial. Este término engloba un estilo de paisajismo que busca que la naturaleza se exprese de forma libre con una estética más espontánea y natural, plantando especies autóctonas, flores y árboles de hoja caduca para poder apreciar el paso de las estaciones, siempre sin restricciones formales.
El bajo mantenimiento también es importante dentro del jardín sostenible. El empleo de gravas o áridos en algunas zonas impide que crezcan malas hierbas y ayudan al ahorro hídrico, además de disminuir los recursos humanos para mantener el jardín.
Los exteriores deben disfrutarse todo el año. Para ello incorporaremos pérgolas, porches, patios, toldos, etc. para generar sombra, un mobiliario resistente que aguante los cambios de estación y en invierno podremos colocar estufas o braseros.
También está en auge la reserva de un pequeño espacio exterior para cultivar tu propio huerto. Está demostrado que reduce el estrés y, el cultivo de nuestras propias frutas y hortalizas, nos aporta satisfacción. También puedes plantar hierbas aromáticas que favorecen la biodiversidad y regalan unas agradables fragancias favoreciendo además la sensorialidad.
