Pinturas Ecológicas
La pintura ecológica está cogiendo cada vez más popularidad tanto para interiores como para fachadas e incluso para elementos decorativos. La oferta de pinturas ecológicas es muy amplia: desde pinturas plásticas ecológicas (las más usadas), hasta las pinturas naturales (pinturas de cal, silicato o arcilla), pasando por esmaltes ecológicos para metales y maderas.
La pintura de cal es la más usada dentro de las pinturas naturales. Se aplica desde hace miles de años, sin embargo, la pintura tradicional de cal tiene limitaciones de agarre según el tipo de superficie. Esto se ha corregido en los productos actuales incluyendo aditivos y resinas vegetales que mejoran la adherencia. Esta pintura sirve para interior y para exterior, pero debemos tener en cuenta que el soporte debe ser preferiblemente mineral o aplicar una imprimación que sirva de puente.
La pintura de arcilla es menos resistente que la pintura de cal, por lo que no se aconseja en estancias de mucho tránsito. Algunos fabricantes incorporan silicato potásico a sus pinturas de arcilla para evitar este problema, aunque son más caras. Una de sus principales ventajas es que son transpirables, permiten que las paredes transpiren, no se cargan electrostáticamente y tienen propiedades termoaislantes y acústicas. Las opciones de color es son muchas y se suelen ofrecer tonos suaves y relajados.
Las pinturas de silicato son las más resistentes de las pinturas naturales. Son pinturas de alta calidad y excepcionalmente duraderas, aunque muy caras. Las pinturas de silicato clásicas solo son compatibles con soportes minerales, sin embargo, varios fabricantes incorporan polvo de sílice para corregir este inconveniente. Este producto ofrece una gran variedad en su carta de color.
La pintura plástica ecológica, ya sea mate, brillo o satinada, es la más utilizada. Se trata de la pintura de siempre, pero con menos compuestos orgánicos volátiles o, incluso, sin ellos. Son las más baratas y sirven tanto para exterior como para interior.
Aunque estas pinturas ecológicas son más caras que las convencionales, son menos contaminantes y más sanas, muy beneficiosas para personas alérgicas o sensibles a los químicos. Además, en muchas ocasiones, su calidad es muy superior.
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